Fernanda tuvo una infancia normal, lo que se podía denominar feliz. Todo cambio fue en su adolescencia, cuando a sus padres se les ocurrió la brillante idea de meterla en un colegio para monjas de la ciudad de Cali, Colombia.
Dentro de ese claustro conoció a Vanessa, una diabla completa quien le presentó los primeros amigos y con quienes hacian orgias. El mundo de las fiestas y las drogas Fernanda lo vivia con intensidad y fue ahí donde supo que era una ninfomana de tiempo completo.
Las fantasías sexuales no parecían agotarse en la mente de Fernanda y alrededor de cada mes siempre se le ocurría algo diferente para hacer, a veces algo lindo y tranquilo, y otras lo más desenfrenado que te puedas imaginar.
Era un sábado normal y la plaza se encontraba abarrotada de gente. Fernanda le pidió a su vieja amiga de locuras sexuales, Vanessa, que conduciera camioneta tipo VAN, y sin pensarlo se fueron en búsqueda de aventuras.
El plan de Fernanda era tener sexo con tres desconocidos por 15 minutos, escogidos al azar dentro de las decenas de personas que pasaban por el festival. Algo sencillo y excitante para ambas.
Pasaron los minutos y así fue, entra el primer afortunado a quien Fernanda le pidió que se quitara los pantalones y la camiseta. Fueron 15 minutos de sexo oral mediante la clásica pose del 69.
Ahora entra el segundo; ese fue más complaciente y lo primero que hizo fue darle un beso negro a Fernanda y no más ahí se le fueron 7 minutos. Esta vez si hubo sexo vaginal, pues el primero decidió quemar todo su tiempo con el 69.
Finalmente el tercer tipo entra a la VAN, quien de inmediato le aprieta sus senos con firmeza y pellizca sus pezones. Con este tipo Fernanda se corrió.
Fueron 60 minutos de puro placer, donde una fantasía más de una ninfomana se cumple.
Sigue asistiendo a la plaza en los días de fiesta, seguro Fernanda te atrapa.
Safashi.
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